La factura electrónica CDFI 4.0, por las siglas de Comprobantes Fiscales Digitales por Internet, está en vigor desde el 1 de enero de 2022, aunque hasta el 31 de marzo de este año, hace poco más de tres meses y medio, operó de forma simultánea con la versión 3.3.
El CDFI 4.0 vino a a sustituir a este 3.3, pero el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ya informó durante 2022 que hasta la finalización de este año se mantenía el plazo para continuar emitiendo facturas con la versión anterior sin sanciones. Posteriormente alargó este proceso hasta finales de marzo.
¿Qué es la facturación 4.0 CDFI?
Los negocios ya habituados a trabajar con facturas electrónicas no encontrarán mucha dificultad en adaptar su sistema a esta nueva versión 4.0. Este CDFI es un documento digital que avala cualquier operación o transacción que realizan personas físicas y morales ante el Servicio de Administración Tributaria.
Su primera versión entró en vigor en el año 2004 y desde entonces ha ido evolucionando para hacer más accesible la digitalización de empresas en todo el país. Desde el año 2014 es obligatorio para todos los contribuyentes.
De acuerdo con el Código Fiscal de la Federación, la factura electrónica debe incluir datos personales y toda la información que revele alguna cuestión sobre la transacción. El CDFI depende directamente del SAT y existen diferentes tipos de documentos: comprobantes de ingreso, comprobantes de egreso, comprobantes de recepción de pagos, comprobantes de retención e información de pagos y por último los comprobantes de traslado.
¿Qué distingue la facturación 4.0 de la versión anterior, la 3.3?
La factura 4.0 renueva los requisitos para completar operaciones mediante este sistema, es decir, introduce modificaciones con respecto a la versión anterior, la 3.3. La emisión de estos documentos incluye cambios importantes que a continuación te resumimos.
En primer lugar hay que añadir el domicilio fiscal del emisor y del receptor de la factura. Asimismo, se especifica en este documento el régimen fiscal en el que tributa el contribuyente. Esto se hace para que el SAT pueda reorientar la actividad económica registrada en el RFC.
El CDFI indica también si la operación por la que se ejecuta la factura lleva asociados impuestos indirectos. A su vez, obliga a informar sobre operaciones con el público en general o aquellas en las que participen terceras personas.
Otro apunte interesante es que todas las operaciones en las que haya exportación de mercancías aparecen identificadas claramente como tal. Como novedad añadida, en esta nueva versión ya se admiten cancelaciones en las facturas, aunque hay que señalar la razón para ejecutar esta acción. Por último, el CDFI de tipo 4.0, el actualmente vigente, permite relacionar más de una factura electrónica en función de los comprobantes relacionados.
¿Qué ocurre con la cancelación de facturas? ¿Y con el comercio exterior?
Uno de los aspectos más sorprendentes de esta nueva factura electrónica es la posibilidad de cancelar facturas. En esta novedad, el emisor de la factura debe añadir el motivo de la cancelación en función de cuatro valores posibles, y además ha de incluir el folio fiscal que sustituye al comprobante cancelado.
Junto con esto, la propia factura ofrece transparencia en la inclusión de comprobantes de cancelación atendiendo al ejercicio en el que fueron emitidas estas facturas canceladas.
Un segundo factor a tener muy presente son los complementos de comercio exterior. El SAT impone que todos los contribuyentes que realizan operaciones de comercio exterior deben generar un comprobante fiscal por la venta de sus mercancías.
De este modo, el documento aparece como anexo a la factura electrónica. El objetivo es identificar a importadores y exportadores y describir con todo detalle la operación y las mercancías comercializadas.
¿Cómo manejarse bien con las facturas electrónicas?
La versión 4.0 del CDFI no debe haber sorprendido a empresas y contribuyentes que ya estaban habituados a facturas anteriores, o al menos no en gran medida. No obstante, para solventar esos problemas de adaptación la Administración mexicana ha dejado suficiente tiempo de adaptación.
Ahora ya, sin embargo, solo se pueden emitir facturas con esta versión más novedosas, por tanto, muchas empresas están optando por hacerse con un programa para facturacion en linea. Facturama es un buen ejemplo, pues con su ayuda accedemos a una interfaz intuitiva que genera documentos válidos ante el SAT.
Por otra parte, el programa incluye el API para facturar de Facturama, lo que permite conectar varios software para el intercambio de datos. El API se traduce en una importante suma de dinero y tiempo ahorrado para las empresas.
Con este programa informático, las facturas electrónicas, los complementos, los catálogos de clientes y muchos otros documentos de relevancia quedan totalmente seguros y almacenados en la nube. La plataforma también trabaja con Carta Porte 2.0 y los complementos de pago más avanzados. La idea es hacer más sencillos todos estos trámites administrativos y evitar posibles sanciones por parte del SAT.