Si tienes una empresa, sabes que la contabilidad es fundamental para realizar un seguimiento de los ingresos y gastos, pagar facturas, gestionar los datos del flujo de efectivo, cumplir con los requisitos normativos y más.
La contabilidad financiera es una subsección de la contabilidad que se centra en registrar, resumir e informar las transacciones comerciales durante un período de tiempo para crear estados financieros para partes externas (por ejemplo, prestamistas, acreedores, auditores, gerentes y accionistas).
Si bien todas las empresas están sujetas a reglas relativas a las prácticas contables, estas reglas varían según el tipo de empresa.
Beneficios de la contabilidad financiera
La contabilidad financiera implica proporcionar información clara y precisa a las partes interesadas internas y externas. Para ello, se apoya en tres tipos principales de estados financieros: la cuenta de resultados (a veces llamada cuenta de pérdidas y ganancias), que indica los ingresos y costes de la empresa; el balance, que describe lo que la empresa posee (activos), debe (pasivos) y vale (patrimonio); y el estado de flujo de efectivo, que rastrea cómo la empresa recibe y gasta dinero.
Las partes interesadas analizan los estados financieros para tener una idea de la salud financiera de una empresa. Esta información les ayuda a tomar decisiones cruciales, como invertir o prestar dinero a una empresa o reestructurar sus operaciones.
Una contabilidad financiera optimizada:
Los empresarios pueden producir fácilmente informes financieros coherentes y precisos siguiendo estándares fijos y uniformes con herramientas como un software de facturación electrónica; Facturama es un facturador electrónico que permite cumplir con las normativas fiscales de manera ágil y eficiente. Este tipo de herramientas facilita la generación de facturas electrónicas, complementos fiscales y reportes necesarios para llevar un control detallado de los ingresos y egresos, lo que no solo mejora la transparencia financiera, sino que también simplifica la toma de decisiones estratégicas.
Además, al automatizar procesos contables, se reducen errores humanos y se optimiza el tiempo invertido en tareas administrativas
Los inversores y autoridades fiscales y regulatorias pueden revisar periódicamente los estados financieros de una empresa para obtener información actualizada sobre su rentabilidad, valor, solvencia y cumplimiento.
Los proveedores pueden utilizar los estados financieros para determinar la viabilidad de una asociación con una empresa determinada.
Cumple con toda la normatividad
En México, la contabilidad financiera no solo es esencial para la gestión interna de las empresas, sino también para cumplir con las normativas establecidas por el Servicio de Administración Tributaria. Las empresas deben adherirse al uso obligatorio de la facturación electrónica, reportar ingresos y gastos mediante el CFDI (Comprobante Fiscal Digital por Internet) y, en ciertos casos, utilizar complementos fiscales como el de nómina, pagos o carta porte. Estas herramientas permiten a las empresas cumplir con las regulaciones locales, reducir el riesgo de sanciones y facilitar la auditoría por parte de las autoridades fiscales.
Además, sistemas como Facturama y otros softwares especializados optimizan el proceso contable, asegurando precisión en los registros financieros y simplificando la generación de reportes que las empresas necesitan para demostrar su transparencia y solvencia ante entidades externas como inversionistas, bancos y proveedores. Esto refuerza la confianza y posiciona a las empresas como actores confiables en el mercado.