Las máquinas de canicas también son conocidas también como máquinas de balines, de bolitas o una marble machine. Estas máquinas se diseñan para mover las pequeñas canicas entre tubos y embudos, sobre rieles. Para que al final las canicas reposen a un contenedor, en donde harán de nueva cuenta el mismo camino.
Lo interesante de las marble machine son los circuitos de canicas, entre más elaboradas, mayor es el grado de impacto en la persona. Hay una página llamada Out Of Marbles, en donde puedes comprar circuitos de canicas fabricados en una impresora 3D.
Pero también puedes comprar y descargar a tu computadora los archivos de los circuitos, para que tu los imprimas en tu casa. O mandes a imprimir los archivos de los circuitos, a una empresa que se dedique a la impresión 3D.
Lo genial de estos circuitos es que son módulos, los cuales puedes quitar y poner, con ayuda de unos pequeños imanes que se encuentran en la base de los circuitos, los módulos se quedan en su lugar. Por un par de dólares puedes adquirir un buen número de circuitos, para que hagas un sin fin de combinaciones.
Circuitos para máquinas de canicas, fabricados en impresoras 3D
No hace falta que tengas conocimientos de mecánica o electrónica, para hacerte de una de estas geniales máquinas de canicas. En la misma página Out Of Marbles, consigues todo lo necesario para armar desde la comodidad de tu casa una de estas pequeñas pero geniales máquinas.
Puedes comprar el kit del hardware, que contiene un motor, botones para apagar y prender los mecanismos. Incluso el kit incluye una bolsa con un buen número de balines, así ya no tienes que ir a una ferretería a comprarlos.
Yo no tengo una impresora 3D, por eso compraría los circuitos ya impresos. Pero hay muchas empresas por internet, donde puedes mandar a imprimir por muy poco dinero, los archivos que descargas de la Out Of Marbles.
Mientras tanto puedes ver todos los videos que publica la empresa en su cuenta de Instagram, donde se muestra como funciona los circuitos ya impresos y puestos en funcionamiento en una máquina de canica. Por alguna extraña razón, mirar balines entrar, salir y caer por todas partes, produce una sensación que te relaja.